jueves, 9 de agosto de 2007

Control Total de las Imàgenes en Cine


George Lucas, director de La guerra de las galaxias, es un promotor del uso de las nuevas tecnologías en el cine, él acepta preferir el medio digital por su calidad y facilidad para trabajar. En tanto, Steven Spielberg, creador de Indiana Jones, ama el celuloide.
La discusión de ser digital o no ser digital en el cine causa divisiones entre los autores del séptimo arte, pero una de las conclusiones a las que se ha llegado, es que no importa el medio, sino contar historias.
Así, las herramientas que se emplean dependen de lo que se quiere decir y, claro, el presupuesto. En tanto, poco a poco el proceso para realizar una película se llena de nuevas herramientas, y muchas de sus posibilidades aún están por explorarse.
En México, Ollin Studio ha puesto a disposición de los realizadores el proceso Digital Intermediate (intermedio digital), un método de postproducción de películas que permite desde quitarle un lunar a un personaje, hasta crear un helicóptero en un cielo vacío.
"En América Latina somos los primeros que tenemos esta tecnología", explica Carlos Iturriaga, director de producción de Ollin Studio, casa de animación y postproducción digital.
De las 500 películas que se realizan en Estados Unidos, al año, 40 utilizaron el método de intermedio digital; en el mundo no se superan las 100 películas hechas con este procedimiento.
El costo de la posproducción digital en Estados Unidos es 10 veces más alto al costo de postproducción en laboratorio. En Ollin Studio, en cambio, es solo 10% más caro que el proceso habitual.
Todo en computadora
En el proceso de laboratorio hay un paso que es el intermedio, que incluye todos los procesos que se realizan entre el negativo de cámara y el positivo para las salas de cine. Ahí es donde se utiliza el intermedio digital.
Se trata de realizar toda esta fase en computadoras. Así el color y la calidad de las imágenes se controlan totalmente, y los efectos visuales están a disposición de la narrativa.
El intermedio digital no es un producto que se compra en la tienda y se usa, es un grupo de herramientas y personas (coloristas, fotógrafos, ingenieros, artistas, operadores). No es una labor que la pueda hacer por una persona en una sola máquina.
Las herramientas que se usan en los procesos de intermedio digital son completamente diferentes a las tradicionales para crear imágenes. "Es como comparar un dibujo con crayola en papel y una pintura al óleo hecha por un renacentista", considera Iturriaga.
En el intermedio digital se usa un conjunto de software y hardware que en general ?siguiendo el flujo de Ollín- consta de los siguientes pasos:
El escaneo de películas para digitalizar el material. Se puede emplear cualquiera de los dos telecines, un Vialta HD y otro Millenium II de 2k de resolución, este último es el primero en ser vendido en el mundo. Así el material que originalmente está en 35 milímetros, se graba en discos duros.
Corrección de color. Se realiza después de pasar a disco duro o durante el escaneo. Ya que sale por una señal de alta definición que puede ser manipulada. Se usa el software que el director, fotógrafo o colorista prefiera, así se corrigen las luces. Antes este proceso se hacía en el laboratorio.
Se edita de 30 a 24 cuadros, como es en el cine, con un convertidor que desarrollaron internamente.
Se cuenta ya con una copia on line de la película en los servidores y discos duros.
Cada una de las distintas áreas del estudio puede tomar la parte de la película que debe trabajar, para incluir animación o gráficos.
Ollín cuenta con cerca de 50 computadoras conectadas en red para desarrollar este flujo.
Se emplean sistemas de posproducción como Inferno y software de Maya para toda la parte de animación.
Todo se concentra en los servidores, se pueden ver los avances, al usar un proyector digital que toma el material del servidor.
La parte de film recording para volver a mandar a 35 milímetros se hace con una máquina Celco FireStorm.
La primera copia se hace muda y debe estar idéntica a como fue la corrección a color. Después se graba el audio.
El método es costoso y complicado, con herramientas antes inalcanzables para las películas mexicanas. Aunque varia según la producción, algunas necesitan más herramientas visuales que otras, pero conforme más películas los usen, se reducirá su precio.
"Todo mundo quisiera hacer su película con este proceso. Antes no existía un lugar donde les alcanzara el dinero", aquí, bromea Iturriaga, "tampoco les alcanza. Pero siempre vemos cómo los podemos apoyar para mejorar la parte visual de su trabajo."
Una vez que se termina el proceso de intermedio digital, la película se tiene que mandar a revelar, así se complementan los procesos de laboratorio y el digital. Se trata de unir los distintos pasos para que el proceso sea completo.
Incluso se debe tener cuidado de en dónde se va a ver la copia, para evaluar la imagen, "el cine no termina hasta la proyección".
Apoyo a la industria
Al ofrecer este servicio, el objetivo de Ollín es que la calidad y la imagen de las películas filmadas en 35 milímetros en México, sean igual de impactantes que las mejores producciones de Hollywood o de Europa.
"El cine mexicano pasa por un momento crítico de producción, recuperación e inversión", afirma Iturriaga. Todos los espectadores que pagan por ir al cine comparan una película nacional con una extranjera, quieren ver algo que los llene visualmente.
"Si se quiere que crezca la industria, esta debe contar con las herramientas necesarias. Nosotros ponemos nuestro ?granito de arena?, al elevar la calidad de las imágenes, la textura, el color", señala el director de producción.
Existen directores y fotógrafos de cine de calidad en México, que llevan sus producciones a otros lugares, porque en su país no existe la tecnología para hacer la película que quieren.
"Por el momento apoyamos proyectos que nos parecen importantes, no queremos ser una maquila de películas. Vemos desde el guión y definimos cómo podemos trabajar", señala.
Es una forma de conocer a los directores, los fotógrafos que existen y tratar de mostrar estas herramientas, ver qué le interesa y qué les puede ayudar a narrar sus historias.

Aún no es negocio
Ollin surgió hace siete años como un lugar para manipular y crear imágenes en computadora, algo nuevo en la región. La animación y los efectos especiales es su "fuerte en el estudio", por su experiencia al hacer comerciales.
"Empezamos con pocas computadoras, ahora somos un centro de postproducción y un estudio de animación para cine y televisión", explica Iturriaga. En la parte de postproducción tienen a 25 personas, en animación 15, además de un equipo de producción y programación que coordina las diferentes áreas.
Actualmente, Ollín está terminado Ladys Night, producción de Miravista, Buena Vista Internacional, Videocine y Argos, a estrenarse próximamente en México. Recientemente hicieron la película Corazón de melón, y el proyecto de animación Magos y gigantes. Además, realiza en promedio 20 comerciales al mes.
El estudio no vive del cine, no es un negocio directamente, es una nueva inversión y los directivos esperan que en dos o tres años crezca la producción que utiliza este tipo de proceso. Es un nuevo nicho. "Un estudio enfocado a cine es irreal hoy en México", agrega Iturriaga.
Ollín ya tenía parte de la infraestructura, sólo sufrió modificaciones. No crearon un área nueva sino que se usa mucho de lo que tienen para comerciales ya que para realizar un comercial o una película el proceso es similar. Las principales diferencias son la extensión y los costos.
Lo que falta
Cada proyecto trae sus ideas, tendencias, su estilo visual. Necesita que el proceso se adapte a él. "Hay una serie de retos técnicos muy complicados en los que estamos trabajando para mejorar la calidad y reducir costos", agrega el entrevistado. Hoy se trabaja, por ejemplo, en aspectos como el manejo de color, de resolución, los diferentes formatos. El cine no es sólo rectangular y cada formato tiene sus retos y características. "En resumen -concluye Iturriaga- los medios digitales dan recursos, facilitan efectos, mejoran la imagen y amplia las posibilidades desde el punto de vista creativo."
Impulso al cine digital
Kodak cuenta con un prototipo del Sistema de Cine Digital que se encuentra a prueba en el Centro de Tecnología de la Imagen (ITC) en Los Ángeles.
La empresa ha desarrollado un sistema operativo de cine, una tecnología de tratamiento del color patentada y controladores de alto rendimiento. También está creando y probando programas informáticos antipiratería. Además, está ensayando por primera vez la nueva tecnología del microchip D-ILA de JVC de 2048x1536 (2K) pixels, en un proyector digital.
Sun Microsystems está proporcionando el servidor de almacenamiento y la plataforma de conexiones en red para el sistema operativo de cine y el proyector digital. El sistema operativo gestionará la carga, programación y reproducción de películas, trailers y otros contenidos previos del programa en múltiples pantallas digitales. El software de tratamiento del color ha sido diseñado para proteger la integridad de la imagen a través del proceso desde la masterización hasta la exhibición.
Entre los argumentos de la empresa para apoyar el cine digital se encuentran:
- El público y los cineastas merecen al menos una resolución de 2K.
- Demostrar que pueden proponer mejor calidad de imagen conservando al mismo tiempo el aspecto cinematográfico con todas sus sutilezas y matices, además de proporcionar un sistema que ofrezca otras oportunidades y posibilidades.