viernes, 22 de agosto de 2008

TV digital: Lo técnico y lo político

La discusión sobre TV digital, en su origen, proviene de un avance tecnológico: transportar las imágenes hasta el hogar utilizando una onda electromagnética modulada con una secuencia de ceros y unos, a diferencia del sistema analógico, en el que se modula la onda con corrientes eléctricas. En ambos casos, la onda electromagnética transporta la información y un receptor o decodificador la lee y reproduce la imagen inicial. La principal diferencia es que el transporte digital requiere menos ancho de banda que su equivalente analógico, en una relación aproximada de 1 a 5, ahorro que se llama el “beneficio digital”.

Este hecho tecnológico ha generado al menos dos aristas de la política pública en diseño, con interrelación entre ellas, la técnico-económica y la política.

En lo técnico-económico, la forma en que se utiliza este beneficio ha producido dos modelos de industria principales, que denominaremos Multiprogramas y Mixto. Sus diferencias se centran en el uso del espectro radioeléctrico, por una parte, y en el modelo de negocio o promesa para el usuario, por otra.

La idea central es si el beneficio digital se utiliza para transmitir un mayor número de señales que hasta hoy no han tenido demanda, o, bien, para transmitir el mismo programa en mejor calidad de imagen, considerándose en algunos casos la posibilidad de una solución intermedia (una parte en más señales y otra parte en alta definición).

El modelo de industria Multiprograma, desarrollado principalmente en Europa y en un ambiente de alta escasez de espectro radioeléctrico, ha consistido en utilizar la reducida disponibilidad de ancho de banda en aumentar el número de señales, obligando a los concesionarios a ello.

Esto, utilizando standard definition, similar a la definición de la TV análoga y en formato 4:3 de pantalla. El modelo de negocio ha privilegiado la transmisión de varias señales, impidiendo en la práctica el desarrollo de la alta definición. El resultado ha sido más señales de baja calidad, con bajísima audiencia y sin financiamiento: en Italia, para cumplir con esta obligación, se puso un canal en chino, y en España, la señal digital nueva con mayor sintonía registra 0,3 punto. La industria tiene ahora más costos, los mismos ingresos y no hay mayor beneficio para el televidente, reflejado en la baja audiencia de las señales entrantes.


El modelo de industria Mixto, desarrollado inicialmente en Estados Unidos y Japón, ha consistido en utilizar el mismo ancho de banda de la TV análoga (típicamente 6 MHz) para transmitir un programa de alta definición con un formato de pantalla de 16:9 y alternativamente 3 o 4 programas en SD. La promesa es “alta definición gratuita para todos”.

Este modelo está teniendo gran éxito de penetración y preferencia del público, al punto que los principales fabricantes han dejado de desarrollar productos en SD y sólo están ofreciendo equipos para HD.


Sin embargo, hay una arista que se declara poco, pero que explica mucho por qué se ha demorado tanto en llegar la TV digital a
Chile: la política. El objetivo político principal es aprovechar este cambio tecnológico para modificar la organización natural de la industria televisiva, probablemente aumentando la influencia del sector político y del gobierno, con cargo a las preferencias de los televidentes.

Las herramientas regulatorias serían la precarización de los derechos de propiedad de los concesionarios (concesiones a menos años), un set de subsidios para programaciones “menos comerciales” (o sea, menos preferidas por el público) y un cambio en el estatuto de TVN, para que dependa más de la voluntad de su propietario.


Finalmente, estas regulaciones tienen efectos secundarios negativos para el buen funcionamiento de la industria: distorsiones en el mercado de audiencias y publicitario, producidas por la existencia de subsidios a la oferta, y también una evidente disminución de la autonomía programática e informativa de los canales existentes y mucho más de los canales entrantes financiados con subsidios.

Conca, Mario
Gerente general
Chilevisión S.A.

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